Hemos iniciado un período de estancamiento y tendremos diez años de precios estancados.
Una valiosa explicación de lo que está pasando en el Perú a nivel económico nos lo da Profesor Principal del Departamento Académico de Economía de la Universidad del Pacífico. Experto en macroeconomía y teoría monetaria, economía política, crecimiento, ciclos económicos y economía internacional. Editor de la revista Puntos de Equilibrio. Bruno Seminario.
Las secciones económicas de los medios han hablado de un "lunes negro" esta semana. ¿Cómo explicaría en términos sencillos lo que pasó con la bolsa China?
Lo que ha ocurrido es que la bolsa de Shangai cayó. Pero en realidad esto no es nuevo, la bolsa de Shangai lleva cuatro o tres meses cayendo...
¿Y por qué el alboroto del lunes, entonces?
Lo del lunes fue diferente porque antes esas caídas estaban básicamente concentradas en China y ahora se han indicado reacciones en otros países. Prácticamente en todo el mundo han caído las bolsas: en Asia, en Estados Unidos, en Europa, en África... En América Latina hubo un descenso generalizado de la bolsa. Esto ocurre por una sucesión de eventos y le han echado la culpa a la bolsa China.
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¿No fue todo eso a consecuencia de lo de China?
No, no, esta cosa es una acumulación de shocks negativos en el tiempo. El precio de las materias primas está cayendo desde el 2007, 2008. En el caso del Perú, desde el 2011. El precio del petróleo se fue a 40 dólares desde el año pasado. Las devaluaciones en casi todos los países ya llevan por lo menos 8, 12 meses. Lo novedoso es que, efectivamente, estas devaluaciones han ajustado a los inversionistas.
Las primeras predicciones eran que casi casi se venía el apocalipsis y que esto podría terminar siendo peor que el 2008.
No, no. Si esto hubiese ocurrido en Estados Unidos, estaría de acuerdo, pero ha ocurrido en China. Estados Unidos no tiene ningún problema financiero. Comparar lo que ha pasado con lo del 2008 es errado, esto es más parecido a la crisis Asiática. Tiene poco impacto sobre Europa o Estados Unidos.
¿Lo del lunes no es un evento que va a persistir? ¿no van a seguir cayendo las bolsas?
No. ¡Ya se han recuperado! Algunas empresas de las bolsas de Estados Unidos o de las bolsa de Europa, obviamente, son sensibles a China y esas acciones no se han recuperado, pero hay otras empresas que no tienen nada que ver con China. Ahora, como te digo, concentrarse mucho en la bolsa de China, es errado. China puede, si quiere, cerrar su bolsa y no pasa nada.
Porque es distinta la bolsa China que la economía de China.
Son cosas absolutamente distintas. La economía China es otra cosa. Casi todo el crédito de China es manejado por el Estado. Acuérdate que China es un país comunista. La bolsa china es una diversión para las empresas chinas. Tiene poca importancia. Ahora, es cierto que China está desacelerándose, pero no por la bolsa china, sino por otras razones. La desaceleración de la industria china tiene otras razones.
Claro, por eso desde el lunes se habla de cómo va a afectar esa desaceleración. Se dice que la situación en China va a afectar a los países primario-exportadores, como el nuestro, porque además de que seguirán cayendo los precios de las materias primas, nos van a comprar aún menos.
Pero eso está ocurriendo hace tres años. O sea...
O sea, ¿económicamente, esta semana no hay mucha novedad para el Perú?
Para el Perú, que va a caer un poco más el precio del cobre. Pero el precio del cobre ya ha caído 30 por ciento. Caerá cinco por ciento más, digamos... Si siguen así las cosas, el precio del cobre va a seguir cayendo, pero no es un proceso nuevo. Esta cosa ya lleva tres años. El precio del petróleo está a 40 dólares hace seis meses. Una cosa adicional por China, no va a ocurrir, porque ya todos los eventos los ha estado viendo la gente. El problema es que los precios de los commodities no se van a recuperar y, en el mediano plazo, ese es el problema que la gente no quiere reconocer. Ahora, que en el Perú todavía no se han sentido todas las consecuencias de la caída de los precios de las materias primas, eso es algo que también es importante aclarar. Este año comenzó a sentirse el efecto de los recortes, pero esos recortes van a seguir el próximo año. Ustedes notarán que la inversión pública se está deteniendo y eso se debe a la caída de precios. El gobierno central está tratando de amortiguar la caída, pero las cifras asignadas de canon van a seguir cayendo el próximo año; por tanto, los niveles de inversión pública van a seguir cayendo.
¿Más que la caída de la bolsa de China, qué debería preocuparnos, entonces?
Los eventos que comenzaron a principio del segundo gobierno de García, con fuerte incremento de los precios de las commodities, ya terminó. Esa coyuntura favorable de crecimiento ya terminó y el gobierno todavía no lo acepta. Seguimos con esquemas de políticas fiscal y monetaria basados en un crecimiento que ya no tenemos. Hemos iniciado un período de estancamiento y tendremos diez años de precios estancados. En los últimos años, gran parte del dinamismo en construcción se generó por el gasto de gobiernos regionales, porque tuvieron todos estos recursos de aumentos de los precios. Eso ya terminó, los gobiernos regionales ya no tienen plata.
¿Y por qué me dice que el gobierno no lo quiere aceptar?
El gobierno y la gente piensa que este descenso es transitorio y que el próximo año los precios se van a recuperar. Esa es una lectura equivocada de la coyuntura internacional. Eso va a demorar diez años. Esto quiere decir que este esquema de crecimiento que inauguró García, basado en inversiones regionales, en infraestructura, ya no funciona, pues. Entonces, te tienes que inventar una nueva forma de crecer. La otra cosa importante es el tipo de cambio. El tipo de cambio en el Perú no se está devaluando por China, se está devaluando porque todo este boom de crecimiento generó muchas importaciones y los precios que habían subido, han caído como 20 o 30 por ciento. Además, hubo una masiva desdolarización. El tipo de cambio debería estar a 3.50, pero el Banco Central insiste en mantenerlo.
Pero se pronostica que va aseguir subiendo, ¿no?
Sí, pero el gran problema es que esas son las expectativas que hay que cortar, porque mientras se pronostique que va a seguir subiendo el dólar, la gente va a seguir comprando dólares y, por lo tanto, va a seguir subiendo. Lo que debería hacer el Banco Central es llevarse el dólar, sin que nadie lo espere, de 3.30 a 3.50. Una vez que el dólar esté a 3.50, quién va a pensar que el dólar va a seguir subiendo, y la mayor parte de estos inversionistas que ha comprado dólares, porque escuchaba que estaba subiendo, venderían esos dólares y comprarían activos en soles. Solucionado el problema. Eso implica una fuerte revisión de la política monetaria.
¿Que es necesaria?
Sí, hay que cambiar radicalmente la política monetaria y la política fiscal porque están basados en presupuestos que ya no existen. La política económica peruana no es funcional a la coyuntura internacional. El crecimiento que tuvimos a partir del 2005, en gran parte se debió a estas circunstancias internacionales sumamente favorables para el Perú. Eso ya no existe. Entonces, se necesita revisar la política macroeconómica.
¿Se hubiera podido evitar llegar a esta situación?
No, porque acá se eligió ese modelo de crecimiento. En todo caso, el que tiene la culpa es (Alan) García, que es el que puso las bases de ese modelo. Cuando entra Humala, en realidad (Luis Miguel) Castilla no modificó la cosa. El gran problema está en el esquema que puso García y que solamente funciona con precios internacionales altos. El cambio del modelo debió hacerse hace 4 o 5 años, en el momento en que estaban los precios altos. Hubiese sido menos difícil la transición si es que las inversiones mineras se hubiesen ejecutado con mayor velocidad, pero ni siquiera se hizo eso.
Entonces, este gobierno pudo haber hecho ese cambio. Humala tuvo la oportunidad.
Tuvo la oportunidad, pero no lo quiso hacer. A él (Humala) le correspondería haber previsto este descenso de precios. No lo hizo porque pensó que no iban a descender.
¿Y ahora, qué toca hacer?
Ahora hay que aguantar el descenso, porque no hay mucho qué hacer. Y si eligen a García, va a ser el despelote, porque el tipo va a querer replicar lo que hizo el 2006, y no hay condiciones internacionales. En realidad, García ni se ha dado cuenta por qué fue tan exitoso en el segundo gobierno y tan malo en el primero. La gente piensa que García cambió, pero no tuvo nada que ver con él. García sigue siendo el mismo, la que cambió fue la situación del mundo.
¿Qué queda? ¿Aguantar nomás que pase la ola?
Las condiciones externas no van a retornar al nivel que estaban antes por lo menos en diez años más. Las políticas más apropiadas son las que comenzaron a ejecutarse con lentitud durante la época de Toledo. Lo que se tiene que hacer es buscar cuáles son los sectores dinámicos que te pueden dar dólares y crecimiento en el corto plazo. Ese crecimiento lento que hubo durante la época de Toledo, con creación de nuevas actividades económicas, eso es lo que se tiene que hacer.
Diversificar la economía...
Diversificar la economía. Ahora, si quieres diversificar, lo más urgente es que el ministerio de la Producción revise su lista de proyectos de inversión, priorice y ejecute, porque eso es creación de nuevas actividades. Eso ayudaría. Si lo comienzan a hacer ahora, en dos o tres años estaría listo. Una de las cosas que puede darte plata con relativa facilidad es el turismo, y el cuello de botella son los aeropuertos. El aeropuerto de Cusco y el Jorge Chávez deben tener prioridad, porque de esa manera puede aumentar fuertemente el número de turistas. También se tiene que impulsar el desarrollo de la agroindustria, que tiene ciertas posibilidades. Una segunda medida es que tienes que neutralizar el probable efecto negativo que tendrá el (fenómeno) Niño, eso es crucial.
Que se dice que va a ser muy fuerte, además...
Que se dice que va a ser muy fuerte y la cantidad de plata que han dado es ridícula... Uno tiene que hacer todo para que El Niño te afecte lo menos posible y aprovechar el hecho de que después de un Niño, la productividad natural de tierras fluye mucho. Además, se necesita un plan urgente para recuperar la industria textil, que está prácticamente destruida. Debemos recuperar la competitividad que hemos perdido en fibras textiles. Esa es una industria que está desapareciendo...
Entonces, lo único posible es una recuperación lenta.
Lenta y de largo plazo, pero segura y no dependiente de commodities. Ya no va a estar basada en construcción, ya no va a haber plata para eso...
Ni en el sector minero.
No, porque eso depende de los precios y los precios están en los suelos. Seguro va a crecer un poco la producción minera, pero el Estado no va a recibir muchos ingresos adicionales. Eso no significa que no se tenga que desarrollar, porque si no, no vamos a poder crecer. Pero la base del crecimiento no va a ser esa coyuntura. Ya se cerró y el sector minero ya no es interesante.
Con todo esto que me cuenta, me queda claro que el tema económico va a ser un gran reto para quien asuma el 2016.
Sí, yo no sé por qué hay tantos candidatos... No es un buen momento para ser presidente. El que gane se va a quedar ensartado. Debería ganar alguien de derecha para que el neoliberalismo termine, definitivamente (ríe). Todo esto hace que urja un cambio de los esquemas y objetivos de las políticas macroeconómicas. Seguir con el mismo modelo significaría que vamos hacia el desastre.